Las mujeres de mi entorno no saben lo que significa corresponsabilidad.
Ellas se levantan cada día, antes que nadie, por supuesto. Y antes de hacer sus ocho horas diarias de trabajo remunerado ya han ido a por el pan y han dejado la comida preparada.

Las mujeres de mi entorno son buenas, cariñosas y pacientes. Y no lo son solamente con la familia, también lo son con los vecinos y con la gente del barrio.
Las mujeres de mi entorno tienen unas habilidades que ni ellas mismas conocen. Podrían trabajar en cualquier gran empresa, podrían gobernar el mundo si quisieran... pero no lo saben... Porque a las mujeres de mi entorno no se las valora. El trabajo que hacen cada día no tiene prestigio para el resto de los mortales, lo hacen porque tienen que hacerlo, porque así nos han enseñado...
Una de las labores que hacen las mujeres de mi entorno es la de cuidar a las personas mayores. Con todo lo que hacen, aún sacan el tiempo para ir todos los días a casa de sus madres y suegras para hacer diferentes cosas: llevarles la compra, tenderles la ropa, darle los medicamentos, curar heridas, e incluso poner inyecciones...
Las mujeres de mi entorno agradecen mucho cuando sus maridos las "ayudan". Pero a las mujeres de mi entorno, y del tuyo, deberían recompensarlas...
Las mujeres de mi entorno son mi madre, mi suegra, mis abuelas, mis tías.
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