Al ser una construcción cultural, tan antigua en el tiempo además, los estereotipos están tan arraigados en nuestra sociedad que, a veces, se repiten casi inconscientemente.
Los estereotipos de género son igual de peligrosos para hombres y para mujeres. Aunque, sinceramente creo que son más perjudiciales para las mujeres. En la sociedad patriarcal en la que vivimos existen relaciones de poder desiguales. En esa desigualdad se encuentran las mujeres.
Por un lado, las mujeres tienen más presión social con su aspecto físico. Muchos de los estereotipos masculinos son insultos a las mujeres. Porque cuando le dices a un chico que lo que hace es de chicas, ya sea llorar, mostrar emociones, actividades físicas, etc... le estás diciendo que es inferior.
Otros estereotipos femeninos también sirven para seguir insultando a las mujeres, por ejemplo, que las mujeres somos envidiosas y cotillas y no sabemos estar con otras mujeres, o directamente, cuando dicen que somos histéricas.
Es curioso cómo integramos esos estereotipos de una forma tan natural. En el segundo vídeo, cuando le dicen a chicas adolescentes que corran como una chica, ellas mismas tienen asumido que es algo humillante y no se plantean hacerlo bien, simplemente corren de una manera ridícula e irreal porque saben que lo que se espera es eso. Es un alivio ver que cuando le piden lo mismo a una niña pequeña, ésta corre sin plantearse los estereotipos.
Sin embargo, un estudio de diferentes universidades estadounidenses afirma que las niñas, a partir de los seis años, comienzan a pensar que la inteligencia está asociada al género masculino. Por lo tanto, hay que seguir trabajando para que esta brecha disminuya.
A las niñas se las va dirigiendo desde bien pequeñas, con juguetes, películas y a veces desde la propia familia y escuela, para que elijan ciertas profesiones... Porque el tema de la enseñanza y los cuidados es cosa de mujeres...
Por lo tanto, es responsabilidad de los poderes públicos crear medidas de acción positiva para que, desde la escuela, se fomenten la eliminación de estereotipos de género. Ya sea mediante talleres especializados, becas para realizar estudios que generalmente están masculinizados u otro tipo de actividades.
A los hombres nunca se les cuestiona la capacidad de liderazgo, sin embargo, las mujeres líderes son tildadas de excesiva masculinidad, de mano de hierro, o directamente se meten con su aspecto físico o cuestionan que han llegado al poder mediante prácticas sexuales... Sin referentes femeninos es muy difícil que las niñas quieran ser algo que nunca ven.
Nunca hay que subestimar la inteligencia de los niños y niñas y en este sector de la población está el motor del cambio, pero tenemos que ayudarles...
El siguiente vídeo, llamado Principiñas e Princesiños, es una reflexión de niños y niñas de 4 de Primaria sobre los mensajes de amor de los cuentos infantiles. Está en gallego pero creo que puede entenderse bastante bien.
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